Como afrontar un diagnóstico de TDAH

Como afrontar un diagnóstico de TDAH

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), es un problema actual que afecta a muchos niños y niñas en edad escolar, en concreto, entre un 3% y un 7% según el manual estadístico de trastornos mentales (DSM-IV-TR).

El trastorno se caracteriza por dificultades en mantener la atención, hiperactividad o exceso de movimiento e impulsividad o dificultad en el control de los impulsos, estos rasgos pueden afectar a todo el entorno del niño: bajo rendimiento escolar, problemas de conducta tanto en casa como en el colegio y trastornos de aprendizaje entre otros.

Normalmente la detección sobre un posible problema de hiperactividad y falta de atención la hace el profesor o profesora, que normalmente ya esta familiarizado con las conductas indicativas del trastorno. Es cuando, en colaboración con el psicólogo escolar y la familia, se inicia el proceso para determinar un diagnóstico. Este proceso de avaluaciones y diagnósticos hará que la rutina del niño se desestabilice, es importante tener en cuenta como el niño recibe y entiende que esta pasando y porqué esta pasando, haciéndolo siempre participe de la situación.

Desde casa se le ha de explicar cual es el motivo de las visitas al psicólogo, no esconder nada al niño y responder siempre a las dudas o preocupaciones que pueda tener, también es importante reforzar la predisposición y buena conducta del niño en las sesiones, así como el esfuerzo por adaptarse a la nueva situación.

Por parte de los padres es importante reconocer los rasgos básicos del TDAH, en casa no hay que intentar solucionar todos los problemas de golpe, si no marcar objetivos realistas e ir aumentando el grado de dificultad progresivamente, siempre reforzando al niño y fijándose en lo positivo.

Probablemente el niño requerirá supervisión cuando hace las tareas de la escuela, y si es necesario un soporte extra con un profesional externo al colegio. Además se debe potenciar una rutina en el día a día del niño, organizando horarios y actividades de forma adecuada a sus necesidades.

Es importante entender que el trastorno es crónico y que probablemente algunos síntomas perduraran en la edad adulta, y por tanto el niño necesitará un tratamiento a largo plazo y multimodal, para conseguir una buena adaptación social, académica y familiar.