29 Nov La Hipomanía:
Muchos psicólogos suelen hablar de la hipomanía y su diferencia con manía. Sin embargo, para un paciente no habituado a estos términos, esta estrecha relación suele ser confusa. Esto se debe a menudo por la dificultad para separar la Hipomanía, de la Manía y reconocer sus diferencias. Para desarrollar un poco más este tema y ayudar a mitigar confusiones, hoy en Gadex vamos a hablar de la Hipomanía. Descubriremos cómo se diferencia de la manía.
Comencemos con lo más importante: ¿Qué es la hipomanía?
Se define como una condición afectiva en sí misma, puesto que afecta directamente el estado de ánimo de una persona. Su definición también puede lograrse cuando reconocemos la composición de la palabra y desglosamos el significado de su prefijo y la palabra raíz. Recordemos que en psicología, muchas palabras tienen su origen en el griego antiguo.
La palabra “Manía” original del griego antiguo se traduce como “Estado de exaltación” o “Frenesí”. Suele utilizarse fuera del contexto clínico para determinar un comportamiento extraño o un rechazo de parte de una persona hacia otra persona. También lo relacionan a un estado de preocupación constante y fija por algo determinado. Pero cuando se refiere a psicopatología, se habla de un criterio clínico que refiere un estado de exaltación muy marcado.
Por otra parte, el prefijo “Hipo” original del griego antiguo “Hypo” se traduce literalmente como “debajo de” por lo tanto, cuando lo unimos a “Manía” y componemos la palabra que estados definiendo, “Hipomanía” podemos reconocer que se trata de un estado de alteración menos extremo, los episodios que se presentan en la hipomanía duran menos tiempo que los que se presentan en la manía y son menos intensos. No obstante sigue siendo fácil reconocer la diferencia de un estado de ánimo Hipomaniático de un estado de ánimo normal. Esto lo logramos a través de los síntomas fácilmente reconocibles.
Síntomas más habituales durante un episodio hipomaniaco:
– Un aumento importante en la estima propia.
-Disminución en la necesidad de descanso, con 3 horas de sueño suele bastar para sentirse llenos de energía nuevamente.
– Involucrarse en excesivas actividades. A menudo estas actividades pueden conllevar un riego importante para el individuo y puede traer consecuencias indeseadas como compras descontroladas o incluso perder grandes cantidades de dinero en apuestas.
– Una necesidad importante por hablar sin parar.
– Facilidad para distraerse.
– Fuga de ideas debido la velocidad tan acelerada de los pensamientos.
– Aumento en la realización de actividades relacionado a logros de objetivos personales, ya sean en el trabajo, en la escuela, en la vida social o en una relación.
Diagnóstico y tratamiento:
Estos deben ser realizados por un profesional calificado, capaz de reconocer los síntomas y separar su intensidad de los de la manía. Lo cierto es que muchas personas que presentan episodios hipomaníacos, son diagnosticadas con trastorno bipolar tipo II. Por ello es necesario acudir a un profesional que pueda evaluar correctamente a un paciente y determinar su tratamiento.
Además es necesario reconocer el origen de los síntomas, para descartar que se trate de efectos producidos por una sustancia química o efectos de una condición médica, como el hipertiroidismo.
En cualquier caso es necesario un control determinado y un acercamiento. Esto se puede lograr acudiendo a una consulta en Gadex y comenzando un tratamiento eficaz.