Deseo Sexual Inhibido

Inapetencia sexual, falta de deseo

Deseo sexual inhibido, inapetencia sexual, apatía sexual, falta de deseo es una disfunción sexual que se caracteriza por:

La falta de interés en aspectos relacionados con el sexo y por no llevar a cabo conductas sexuales, de modo que la persona ni siente atracción por el sexo ni por las posibles relaciones sexuales.

Este desinterés, puede hacer que la persona no busque gratificación sexual, a pesar de que esté disponible y con una capacidad de respuesta sexual física intacta.

Hay que tener en cuenta, que el poco interés por el sexo, está generalmente relacionado con dificultades de excitación o con dificultades en la respuesta orgásmica.

También hay que destacar, que el deseo sexual inhibido no sólo se caracteriza por el desinterés en realizar el acto sexual o coito, sino también por:

La ausencia o la disminución de fantasías sexuales y de deseos de actividad sexual, de manera que la persona no suele iniciar relaciones sexuales y tiene poca motivación para buscar estímulos que le produzcan excitación.

La falta de interés hacia la sexualidad, la poca atención al material de contenido erótico,  dificultad en percibir el atractivo sexual de las personas, especialmente de aquellos/as que pueden ser compañeros/as sexuales.

Asimismo, las personas con deseo sexual inhibido no tienden a sentirse frustrados cuando se les impide la oportunidad de una relación sexual.

El deseo sexual inhibido se considera un problema o trastorno en el caso de que el desinterés sexual no sea una opción o acto voluntario, sino un foco de malestar a nivel personal o en la relación de pareja.

Tipos de deseo sexual inhibido

El deseo sexual inhibido se puede clasificar según:

El momento o edad de aparición:

Deseo sexual inhibido primario: cuando la falta de interés o de deseo sexual ha estado siempre presente, desde el inicio de la actividad sexual; no obstante, es raro que existan casos de deseo sexual inhibido primario, y que la persona jamás haya sentido interés en temas sexuales.

Deseo sexual inhibido secundario: la falta de interés sexual aparece después de un período en que el que el deseo sexual estaba presente. Así, el origen de la disfunción se puede identificar en un momento dado, y puede ser que la disminución del deseo sexual provenga de la presencia de otros problemas sexuales (p.ej., dificultades de excitación, problemas para conseguir el orgasmo?).

El contexto:

Deseo sexual inhibido general: la persona tiene una falta de interés sexual global, de modo que no se limita a una persona en concreto, o a  ciertas clases de estimulación o situaciones.

Deseo sexual inhibido situacional: existe una falta de interés y de deseo sexual hacia una pareja en concreto, o hacia ciertas clases de estimulación o situaciones, mientras que sí se siente interés sexual en otras personas o en otros contextos.

Las causas

Deseo sexual inhibido debido a factores orgánicos

Deseo sexual inhibido debido a factores psicológicos

Deseo sexual inhibido debido a factores combinados 

Reacciones

Las personas con deseo sexual inhibido pueden reaccionar o comportarse de distintas maneras ante su dificultad:

En algunos casos, hay personas que a pesar de tener poco o ningún interés en el sexo, responden a los acercamientos y estímulos de la pareja o compañero/a, y pueden experimentar excitación y orgasmo.

Por otro lado, hay personas que pueden ofrecerse e incluso incitar y estimular a su pareja para llevar a cabo relaciones sexuales, aunque no puedan disfrutar ni sentir ningún tipo de atracción. Sin embargo, otros aspectos como el placer que observa en la pareja, la intimidad y el contacto pueden gratificarle.

También, hay personas que se ofrecen y aceptan el contacto sexual, con el objetivo de no perder a su pareja. Esto, sucede sobretodo en el caso de las mujeres, que suelen recurrir a la distracción e intentan que el hombre eyacule rápido para finalizar el acto sexual.

En otros casos, podemos encontrar personas que sienten un total desinterés para iniciar una actividad sexual; de este modo, suelen presentar rechazo hacia cualquier tipo de acercamiento, e intentan por todos los medios evitar las relaciones. Todo ello, suele conllevar conflictos y problemas con su pareja.

Reacciones de la pareja

Las reacciones de la pareja o compañero/a de la persona que presenta deseo sexual inhibido, pueden ser distintas, así:

En algunos casos, pueden interpretar el desinterés como un rechazo personal.

Por otro lado, sobretodo si es la mujer la que presenta esta disfunción, el hombre puede interpretarlo como algo normal, ya que ciertas creencias de tipo cultural le hacen pensar que la mujer no necesita la sexualidad.

También, cada vez más, hay más casos en que se entiende el deseo sexual inhibido como un problema, lo que facilita que se solicite ayuda profesional.

Epidemiología

El deseo sexual inhibido o apatía sexual es uno de los trastornos sexuales más frecuentes en las mujeres, siendo una de las principales causas por las que suelen solicitar ayuda profesional.

En el caso de los hombres, es un trastorno mucho menos frecuente.

También hay que destacar que lo más frecuente es encontrar la variante de deseo sexual inhibido secundario.

Causas

Algunas de las causas que pueden dar lugar a la pérdida o disminución del deseo sexual son:

Causas orgánicas: algunas enfermedades y ciertas sustancias o medicamentos pueden contribuir a esta disfunción, particularmente cuando producen fatiga, dolor o sensación general de malestar. Podemos destacar algunas enfermedades como:

Trastornos endocrinos (falta de ciertas hormonas o cambios hormonales?)

Insuficiencia renal

Diabetes…

El consumo de ciertas sustancias y medicamentos como:

Fármacos antihipertensivos

Antidepresivos

Alcohol

Opiáceos…

Causas psicológicas o Psicosociales

Son las más frecuentes en este tipo de disfunción sexual; entre ellas destacan:

Los estados depresivos o depresión.

El bajo nivel de autoestima.

Un pobre concepto de la imagen corporal.

Una educación sexual muy estricta durante la infancia.

Experiencias sexuales traumáticas (p.ej., violación, abuso sexual…).

Estrés excesivo.

Insomnio o falta de sueño que pueden ocasionar fatiga

La ansiedad: es una de las principales causas de esta disfunción, bien en forma de miedo a las relaciones sexuales, bien miedo a la pérdida de intimidad, o bien cualquier otra forma de ansiedad asociada a las conductas sexuales.

También puede ser que el desinterés sexual sea causa de problemas en la relación de pareja, como:

Problemas de comunicación

Falta de afecto

Conflictos de poder

Falta de tiempo para que la pareja pueda estar a solas…

Cabe destacar que el aburrimiento sexual puede facilitar el desinterés en el sexo, ya que la rutina y la repetición en las conductas y hábitos sexuales puede provocar cansancio, desgana y aburrimiento.

En ocasiones, esta disfunción se relaciona con otros problemas sexuales, y algunas veces, es consecuencia de éstos; por ejemplo, una mujer que tiene problemas de anorgasmia, o que presenta dolor en las relaciones, o el hombre que tiene dificultades de erección (impotencia) o eyaculación retardada, pueden perder interés en el sexo, porque lo asocian al fracaso o no les hace sentir bien.

Evaluación

El proceso de evaluación debe tener en cuenta todos aquellos aspectos que pueden influir en el problema; así, el número de veces que una persona tiene relaciones sexuales, no puede ser el único índice que determine la existencia de la disfunción.

Factores como la edad, el sexo, o el contexto de la vida de la persona, se deben de tener en cuenta en la evaluación, ya que pueden afectar a la vida sexual.

Intervención

El objetivo principal de la intervención es valorar aquellos factores o aspectos que pueden afectar y reducir el interés sexual.

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