Dislexia

Trastorno de lecto-escritura

Dislexia del desarrollo. La World Federation of Neurology utilizó por vez primera este termino en 1975 y lo definió como un trastorno manifestado por la dificultad en el aprendizaje de la lectura, a pesar de tener una educación convencional, una adecuada inteligencia y oportunidades socioculturales.

Su influencia e intensidad dependen primordialmente de las alteraciones cognitivas del niño. La dislexia está considerada como un trastorno de lectura. No es raro que el problema disléxico se empiece a manifestar durante la etapa prelectora (3-6 años).

El niño puede vivir con un gran nivel de ansiedad las dificultades de aprendizaje, las cuales le pueden hacer sentirse inferior a sus compañeros. Por otro lado, si los maestros no comprenden el problema y no le prestan la suficiente ayuda pedagógica así como soporte emocional, es posible que estos problemas de ansiedad se contagien a otras conductas opuestas, como celos, problemas de sueño… Si existe ademas Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (1 de cada 3 disléxicos lo padece), los problemas de conducta pueden situarse en un primer plano y esconder el problema específico de lectura.

Tabla I. Trastorno de la Lectura. DSM IV

A. El nivel de lectura, medido individualmente por tests estandarizados de capacidad lectora o comprensión, se encuentra sustancialmente por debajo de lo esperado en relación con su edad cronológica, la inteligencia calculada y a la educación apropiada para su edad.

B. El problema del criterio A interfiere significativamente en el rendimiento académico o las actividades diarias que requieren habilidades lectoras.

C. Si existe un déficit sensorial, las dificultades hacia la lectura son superiores a las que habitualmente están asociadas con este déficit.

¿Por qué se produce?

A fin de entender correctamente la dislexia es necesario comprender el mecanismo del proceso de lectura. Lo que les ocurre a los niños disléxicos es que se produce una disfunción en el hemisferio izquierdo – que es el responsable del lenguaje- i se ve afectada la velocidad en el procesamiento de la información.

Esto provoca dificultades al niño para procesar rápidos cambios de estímulos, tanto en lo que se refiere al área visual como a la auditiva. Es difícil llegar a conclusiones evidentes sobre la alteración concreta que provoca la dislexia, dado que algunos autores dudan de la precisión de este concepto sin un claro determinante físico.

Existen dos tipos distintos de dislexia: las adquiridas i las del desarrollo. Las primeras están causadas por una lesión cerebral adquirida; las del desarrollo son más comunes y son a las que nos venimos refiriendo. Ambas formas se han relacionado con las estrategias o procesos que usa el niño para aprender a leer: lolográfico, alfabético y ortográfico (Frith, 1985).

El estadio lolográfico es aquel en el que se produce un reconocimiento global de la palabra a partir de su forma, y relacionandola con su significado. En esta fase, la palabra escrita es procesada en la misma forma en que se identifica un dibujo.

La fase ortográfica es la que permite identificar la palabra sin necesidad de realizar un análisis fonológico, ya que el niño ya la ha interiorizado en una primera fase, estableciendo una relación entre grafemas y fonemas (morfemas).

En estos casos, frecuentemente los errores aparecen en las palabras irregulares (las que tienen un uso poco frecuente) siendo leidas bajo las bases de las reglas fonológicas estrictamente, obligando a una lenta descomposición de los fonemas y  provocando, en consecuencia, un sobresfuerzo mental.

Síntomas

    • Retraso en el lenguaje: es lento hablando, se confunde con facilidad y tiende a cometer errores, le cuesta concentrarse
    • Confunde palabras con una pronunciación similar
    • Invierte o sustituye sílabas, palabras o números.
    • Lee cometiendo errores, laboriosa y lentamente, debido a sus dificultades ortográficas.
    • Tiene dificultades para identificar letras y sonidos asociados a éstas, así como nombrar figuras
    • Tiene dificultades para decodificar palabra aisladas, como no palabras o palabras raras.
    • Existen grandes diferencias entre su nivel lector y su CI (coeficiente intelectual) verbal
    • No completa las instrucciones verbales, no ordena los pensamientos y tiene problemas acerca del tiempo (hora, dia, mes y año).

Es necesario revisar en todos los casos la historia familiar de problemas de lecto-escritura, ya que la dislexia tiene una fuerte carga hereditaria. Entre los padres de disléxicos, 1 de cada 3 la tienen. Es importante diferenciar la dislexia del retraso madurativo, donde seguramente sería más correcto diagnosticar un retraso simple de lectura o una baja capacitat lectora.

Diagnóstico

La dislexia es el trastorno neuropsicológico más frecuente en niños, afectando a un 5-10% de los niños de 7 a 9 años, mayoritariamente de sexo masculino. El principal motivo de consulta viene determinado por un fracaso escolar sin unas causas claramente establecidas. En diferentes estudios recientes se ha identificado con mayor facilidad la dislexia en el sexo masculino y más profundamente en los problemas de conducta.

Se considera que la dislexia es un trastorno crónico. Los adultos disléxicos tienen acceso a la lectura aunque con una menor precisión y fluidez que el resto de compañeros que no padecen este trastorno. Así, deben realizar un sobresfuerzo para codificar y entender bien los mensajes de lecto-escritura que están intentando codificar y recodificar en fracciones de segundo.

Las pruebas psicométricas pueden confirmar el diagnóstico y permiten definir el perfil cognitivo sobre otros aspectos que también inciden en el aprendizaje, como el Test Fonológico, el Test de Vocabulario de Boston, el Coeficiente Intelectual o CBCL. Otros, como el Test Estandard de Lectura pueden establecer un patrón de normalidad de lectura y agilidad mental.

Tratamiento de la dislexia

El principal objectivo de la intervención es que el niño consiga un dominio fonológico que le permita detectar fonemas, pensar acerca de éstos y utilizarlos para construir palabras. En la mayoría de los casos, una dislexia se debe tratar desde distintos ámbitos. Debe estar orientada al entrenamiento fonológico ? el aspecto disfuncional de donde proviene la dificultad lectora- y al problema, ya que la dislexia mejora mediante tareas relacionadas con la lectura. Dedicar quince minutos diarios a juegos en los que se utilicen rimas, capacidad de escucha, identificación de frases, palabras, fonemas y otros puede ser una buena solución.

La ayuda en el ámbito escolar debe permitirle un desarrollo positivo en todos los ámbitos. Es imprescindible una buena comunicación entre los profesores y la familia, asimismo es importante hablar acerca del problema, concienciarlo y ofrecerle toda la ayuda que sea necesaria.

La terapia es un tratamiento intensivo y de larga duración. Es imprescindible que se empiece a trabajar precozmente, por ejemplo antes de la finalización de 1º de Primaria. Un Programa multitratamiento con un buen especialista se convierte en una de las mejores opciones, ya que se ha comprobado que otros métodos com dietas o ejercicios de equilibrio no ayudan a la recuperación sino que representan una carga de trabajo superior para todos. Al mismo tiempo, se hace imprescindible que se atienda el problema en su propia aula. La atención escolar debes basarse primordialmente en la comprensión de su trastorno.

Se deben evitar medidas sobreprotectoras y explicar claramente el problema, exponiendo que éste no está provocado por una falta de motivación o un bajo nivel de inteligencia, y que la única solución pasa por esforzarse más en todo aquello que le provoca unas mayores dificultades. Es recomendable seguir una serie de normas que el niño debe interiorizar. Estas normas deben permitir aumentar su rendimiento e intentarán evitar problemas de frustración o baja autoestima, síntomas frecuentes en los disléxicos.

Hacer que se siente en las primeras filas, cerca del profesor, a fin de prestarle una mejor atención, puede ser un punto a favor para el niño. Es necesario apoyarlo, tanto para ayudarlo a pronunciar correctamente las palabras como para hacerle comprender que no pretendemos que llegue al mismo nivel que los otros niños de la clase ?evitando la comparación social- dado que el necessita más tiempo que el resto para finalizar sus tareas. De esta forma, acceptamos que se distrae con una facilidad que sus compañeros, dado que la lectura representa para él un sobresfuerzo.

Como alternativa, se deberían potenciar otros usos positivos de la escritura, como son los métodos informáticos, correctores ortográficos, calculadora, gravaciones o notas breves, que le ayudarán a sintetitar el contenido global de una explicación.

Será favorable para él tener una menor cantidad de deberes de lectura y escritura. És importante valorar oralmente los trabajos por su contenido y esfuerzo frente a sus errores de escritura o por el nivel que tiene el resto de la clase, ya que puede hacerle sentir inferior y aumentar su frustración.

Debemos evitar ridiculizarlo, o sus problemas de conducta se verán reforzados. Es necesario hacer entender al niño que escuchar y escribir al mismo tiempo puede ser una tarea muy difícil, y que la única forma de combatir su dificultad lectora es mediante la lucha diaria, que le ayudará a afrontar sus propios temores y le llevará a tolerar la frustración que padece.