Adicción a la comida

La comida se ha convertido en una actividad de ocio, de diversión, de relación social que a veces se utiliza como vía de escape para salir de la ansiedad o el estrés.

En la sociedad actual, y específicamente en los países desarrollados se suele comer más de lo que se necesita, y esto puede conllevar a que una persona manifieste sobrepeso o bien, obesidad.

En muchos casos, el sobrepeso y la obesidad pueden acompañarse de estados de ansiedad, depresión, insatisfacción e inseguridad.

La conducta de comer se compone de tres momentos, en primer lugar se siente apetito o hambre, después se ingieren los alimentos y por último, al rato se experimenta la sensación de saciedad.

En los casos de adicción a la comida, se produce una sobreingesta compulsiva, es decir, que aparecen de forma regular atracones de comida sin control.

La persona siente una sensación de hambre voraz, irreprimible, por lo que los atracones suelen iniciarse de forma brusca.

Lo que conlleva a la ingestión (normalmente en solitario o a escondidas) de una gran cantidad de todo tipo de alimentos, aunque suelen predominar aquellos con un alto contenido calórico (dulces, chocolate, patatas fritas…).

Esto, se produce en un período de tiempo que puede oscilar entre los 20-60 minutos, y finalizan cuando la persona se encuentra muy llena.

La cantidad de calorías que se pueden consumir puede oscilar entre las 1.500 y las 5.000.

Los atracones producen una gratificación de forma rápida:

Se reduce la inquietud y aparece la sensación de euforia, pero al poco tiempo suelen provocar un nivel de malestar físico, con dolores abdominales, sensación de pesadez, somnolencia.

Preocupación a nivel psicológico, dándose sentimientos de culpa por haber perdido el control, estado de ánimo depresivo, disminución de la autoestima…

Todo estos síntomas generan la probabilidad de que se produzcan nuevos atracones, con la finalidad de reducir el malestar, aunque sólo transitoriamente.

La adicción a la comida

Podemos definirla como el ansia por ingerir alimentos de forma irresistible y con la sensación de no poder parar (pérdida de control).

En el caso de que se intente controlar genera síntomas y sensaciones de malestar e irritabilidad.

Por otro lado, también es importante diferenciar la adicción a la comida con el comer mucho o con la bulimia nerviosa (trastorno de la conducta alimentaria).

En la sobreingesta compulsiva se consumen una gran cantidad de alimentos durante la ingesta experimentando la sensación de pérdida de control.

En los casos en que se come mucho, se tiende a comer más lentamente, saboreando la comida.

Y por el contrario en aquellas personas con adicción a la comida, se ingieren alimentos para calmar el malestar, la forma de comer es voraz, y los pensamientos entorno a la comida acaban convirtiéndose en el eje central de su vida.

En cuanto a la bulimia nerviosa, debemos diferenciarla de la sobreingesta compulsiva.

En estos casos se utilizan métodos compensatorios después de los atracones (vómitos, laxantes, diuréticos, ayuno), así como existe un percepción distorsionada de la imagen corporal y una gran preocupación por el peso.

Epidemiología

Especialmente, suele aparecer en mujeres amas de casa o en adolescentes

Edad de inicio: suele situarse al final de la adolescencia

Pronóstico: es un problema que tiende a la cronificación

Entre aquellas personas con sobrepeso, suele encontrarse que el porcentaje de adictos a la comida oscila entre el 15% y el 30%.

Causas y factores de predisposición de la adicción a la comida

    • Estado emocional negativo, fracasos afectivos, ánimo deprimido, sentimiento de soledad, aburrimiento y estrés.
    • Ciertos rasgos de personalidad, impulsivos y poco autocontrol, baja autoestima y perfeccionismo.
    • La obesidad infantil: un factor de riesgo pueden ser los hábitos alimenticios inadecuados en la infancia.
    • La realización de dietas restrictivas con ideas sobrevaloradas sobre adelgazar pueden desencadenar un deseo irresistible de comer de modo compulsivo

Síntomas asociados

La adicción a la comida puede desencadenar otro tipo de alteraciones como:

    • Trastornos de ansiedad
    • Trastornos depresivos
    • Dificultades interpersonales y familiares
    • Inestabilidad emocional
    • Disminución de la autoestima
A veces, la adicción a la comida puede venir desencadenada por estas alteraciones, lo que complica sus síntomas.