Ludopatía. Adicción al juego

Ludopatia. Adicción al juego. Juego patológico

  1. Cómo afecta a otras áreas
  2. Epidemiología
  3. Síntomas y trastornos asociados
  4. Tipos de jugadores
  5. Los motivos del jugador
  6. Evaluación
  7. Intervención

1.¿QUÉ ES LA LUDOPATÍA?

Ludopatía. Adicción al juego (juego patológico). En el momento que el juego de azar (jugar a cambio de algo) deja de ser un pasatiempo para convertirse en una necesidad, es cuando comienza el largo y doloroso proceso de esta enfermedad. El juego se convierte en el centro de la vida de la persona.

La ludopatía puede entenderse como una adicción, ya que puede convertirse, como ocurre con el alcohol o la cocaína, en una conducta adictiva, de modo que los jugadores se descontrolan, siendo incapaces de dejar de jugar, teniendo la necesidad de aumentar la frecuencia o el número de horas jugando, sufriendo intranquilidad en el caso de no estar jugando, haciendo esfuerzos por dejar de jugar, etc.

Más específicamente, otros de los rasgos comunes son:

De un modo general, el juego patológico o ludopatía se caracteriza por la pérdida de control, la dependencia emocional respecto al juego y por la alteración grave que se produce en la vida cotidiana y en las relaciones familiares y sociales de la persona.

Por otra parte, una de las características más frecuentes es que los jugadores patológicos tienen tendencia a ir aumentando sus apuestas de dinero (más de lo que habían planeado); una vez comienzan a tener pérdidas y frecuentes deudas, intentan recuperar el dinero a través del juego, a pesar de que lo que consiguen es tener deudas mayores.

También, cabe destacar que lo más común es que las personas del entorno del jugador sean las primeras en darse cuenta de que hay un verdadero problema, mientras que éste seguirá negando que algo vaya mal.

Ludopatía. Criterios diagnósticos para el juego patológico según el DSM-IV

A.-Comportamiento de juego desadaptativo, persistente y recurrente, como indican por los menos cinco (o más) de los siguientes ítems:

  1. Preocupación por el juego (p.ej., preocupación por revivir experiencias pasadas de juego, compensar ventajas entre competidores o planificar la próxima aventura, o pensar formas de conseguir dinero con el que jugar)
  2. Necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para conseguir el grado de excitación deseado
  3. Fracaso repetido de los esfuerzos para controlar, interrumpir o detener el juego
  4. Inquietud o irritabilidad cuando intenta interrumpir o detener el juego
  5. El juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas o para aliviar la disforia (p.ej., sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad, depresión)
  6. Después de perder dinero en el juego, se vuelve otro día para intentar recuperarlo (tratando de ?cazar las propias pérdidas)
  7. Se engaña a los miembros de la familia, terapeutas u otras personas para ocultar el grado de implicación con el juego
  8. Se cometen, para financiar el juego, actos ilegales, como falsificación, fraude, robo, o abuso de confianza
  9. Se han arriesgado o perdido relaciones interpersonales significativas, trabajo y oportunidades educativas o profesionales debido al juego
  10. Se confía en que los demás proporcionen dinero que alivie la desesperada situación financiera provocada por el juego

B) El comportamiento del juego no se explica mejor por la presencia de un episodio maníaco.

2. LUDOPATÍA. CÓMO AFECTA A OTRAS ÁREAS

A parte de los problemas relacionados con el control del juego, otras complicaciones se asocian a este problema. Así, las consecuencias pueden manifestarse en diferentes áreas de la persona:

Personal: una persona que ha perdido el control y ha gastado mucho dinero,  no  está bien, así como tampoco se siente bien ocultando y teniendo que hacer frente a las deudas. Así, la mayoría terminan mintiendo a sus parejas, a la familia o a los amigos para ocultar el problema. Esto les hace sentirse tristes, ansiosos, con un autoconcepto pobre y deteriorado y la única forma en que se sienten bien es jugando.

Económico: cuando el juego está fuera de control se pierde mucho dinero más rápidamente de lo que se gana. Su situación económica será muy apurada y las deudas contraídas pueden ser muy cuantiosas. Pidiendo dinero prestado lo único que consiguen es agravar el problema.

Es más, cuando una persona adicta tiene el impulso a jugar es capaz de hacer cualquier cosa para conseguir dinero. Puede ser que robe, a pesar de que se engañe diciéndose que lo toma prestado, y que lo va a devolver cuando gane dinero en el juego. También puede ocurrir que venda el coche o que la familia pase por penurias económicas debido a la ludopatía.

Trabajo: su rendimiento disminuye. No puede concentrarse en el trabajo diario porque piensa constantemente en el juego y en cómo obtener dinero para jugar. Puede ser que también haya faltado al trabajo o que llegue tarde, por haber estado jugando, o incluso que le hayan echado de la empresa por haber robado. Todo ello pone en peligro su situación laboral.

Familia: su familia está harta de dejarle dinero sin que se lo devuelva. Puede ser que su matrimonio esté a punto de romperse o que su pareja de toda la vida le abandone. Presta menos atención a la pareja y a los hijos. Vivir con un jugador es muy duro, y no todo el mundo está dispuesto a aguantarlo. Los familiares quieren ayudar al jugador para que no se perjudique más perdiendo su trabajo, teniendo problemas con la justicia, etc. Sin embargo, están hartos de la situación por la que están pasando.

Vida social: tienen poco tiempo para las relaciones sociales. Cuando juega no quiere saber nada de sus amigos, porque sólo querrá estar en los lugares de juego. Además, probablemente deba dinero a amigos. Es habitual que los amigos, e incluso los vecinos y compañeros de trabajo vuelvan la espalda al jugador, que termina por estar solo ante su situación. Todo ello aumentará sus sentimientos de tristeza.

Justicia: si su juego es muy grave, puede ser que llegue a tener problemas con la justicia. Recurrir a la falsificación de cheques o a cheques sin fondos o no pagar el alquiler de su casa están penados por la ley.

3. EPIDEMIOLOGÍA

  1. La tasa de prevalencia de la ludopatía oscila entre el 2% y el 3% de la población adulta.
  2. La edad de inicio suele ser en la adolescencia o en adultos jóvenes (en hombres), y en el caso de las mujeres, suele ser algo más tarde.
  3. La frecuencia es mayor entre los hombres.

4. SÍNTOMAS Y TRASTORNOS ASOCIADOS

En el juego patológico se ha señalado de forma reiterada la frecuente asociación con otros trastornos, como:

  1. Trastornos afectivos (cuadros depresivos, hipomanía, manía, distimia, etc.).
  2. Trastornos de ansiedad
  3. Abuso de alcohol
  4. Abuso de otras sustancias
  5. Inquietud
  6. Inestabilidad
  7. Sentimientos de culpa

También pueden experimentar algunos de los síntomas del síndrome de abstinencia: síntomas físicos como: temblor, pesadillas, obsesiones, ansiedad, pérdida de apetito, sudoración, inquietud, malestar, náuseas, vómitos, irritabilidad, cansancio, impotencia, etc. y síntomas psíquicos: alteraciones del humor, del ánimo, agitación, insomnio, dolores de cabeza, etc.

5. TIPOS DE JUGADORES

Jugadores sociales: en estos casos, el juego representa un entretenimiento, placer o sociabilidad. Las pérdidas de dinero suelen ser aceptables y predeterminadas. Son personas que puedan decidir dejar de jugar en cualquier momento.

Jugadores problema (aquel que juega en exceso, que mantiene un cierto control sobre la conducta de juego, no tiene graves problemas)

Jugadores patológicos: son aquellos que han perdido el control o no tienen habilidades para dejar de jugar. El resultado es un juego descontrolado con graves consecuencias.

Jugadores profesionales: son jugadores que suelen vivir del juego, es decir, el juego es una profesión, una forma de vida. Suelen participar en aquellos juegos en los que es importante alguna habilidad o hacen trampas para poder ganar. Estas personas no apuestan dejándose llevar por la pasión, sino que lo hacen después de realizar un cálculo ponderado

6. LOS MOTIVOS DEL JUGADOR

  1. Superar el aburrimiento o tener relaciones sociales: a veces son personas que no tienen muchos intereses o aislados socialmente, y el juego puede suplir estas funciones.
  2. Ganar dinero: el juego no es un buen camino para ganar dinero, porque aunque en ocasiones se gane, los jugadores patológicos a la larga suelen perder.
  3. Olvidar los problemas: el juego lo que tiende es a aumentarlos.
  4. Conseguir niveles altos de excitación
  5. Ser fieles a un hábito adquirido: la costumbre puede hacer que una persona no abandone una rutina que le esta comenzando a crear problemas.

7. EVALUACIÓN

En la ludopatia, ó adicción al juego  son muchas las áreas que se deben tener en cuenta para obtener una valoración precisa de la gravedad del problema. Así, la evaluación se entiende de forma amplia, ya que el juego supone una alteración de la adaptación familiar, laboral, económica y social de la persona, así como se relaciona con otros trastornos psicopatológicos. De este modo, es imprescindible, el análisis conjunto de todos los ámbitos, sin limitarse exclusivamente a las conductas de juego.

  1. Evaluación de los criterios diagnósticos de la ludopatía
  2. Evaluación de los trastornos psicológicos asociados al juego patológico: consumo de alcohol y/o sustancias psicoactivas; ansiedad, depresión, autoestima, relación de pareja, personalidad.
  3. Evaluación de las consecuencias en el ámbito familiar, laboral, social y económico, así como las posibles implicaciones legales.
  4. Evaluación de la motivación y expectativas de cambio que tiene el jugador cuando acude a tratamiento

En la evaluación se pueden utilizar diferentes técnicas como:

  1. Entrevistas (estructuradas o semiestructuradas)
  2. Autoinformes
  3. Autoregistros
  4. Técnicas de observación
  5. Registros psicofisiológicos

8. INTERVENCIÓN

Entre las diferentes tipologías de intervención, podemos destacar:

  1. Técnicas de modificación de conducta: técnicas aversivas, técnicas reductoras de la ansiedad (desensibilización imaginada o entrenamiento en relajación), técnicas de control de estímulos y técnicas de exposición en vivo con prevención de respuesta.
  2. Técnicas cognitivas (entrenamiento en resolución de problemas, entrenamiento en habilidades sociales, prevención de recaídas)
  3. Técnicas de grupo: grupos de autoayuda o terapia de grupo cognitivo-conductual
  4. Programas de tratamiento multimodal
  5. Tratamiento psicofarmacológico

Por otra parte, cabe destacar que una de las prioridades del tratamiento es la prevención de recaídas:

  1. Se informa sobre el riesgo de recaídas como una parte de la evolución natural del trastorno
  2. Se ayuda al paciente a identificar situaciones de alto riesgo que van a favorecer en cada caso la probabilidad de que se produzca una recaída
  3. Se enseña estrategias que puede poner en marcha cuando se encuentra en situaciones de riesgo y/o problemáticas
  4. Se estimula al paciente para que realice cambios en sus hábitos y en el estilo de vida

Se induce la idea de que la recaída puede suceder en cualquier momento, aunque hayan pasado años

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