PROBLEMAS DE FAMILIA. CRISIS FAMILIAR
Índice
- Objetivo
- Problemas más frecuentes en terapia de familia
- Evaluación
- Intervención y tratamiento
1. Objetivo
Evaluar de forma adecuada las dificultades y los conflictos familiares.
Ofrecer un nuevo contexto en el que la comunicación se desarrolle de un modo diferente, y en el se puedan exponer las necesidades de cada uno
Abordar y resolver los conflictos familiares y relacionales (entre padres e hijos, entre hermanos, con la familia extensa, etc.).
Colaborar con la familia en el manejo de situaciones que resulten desbordantes y encontrar soluciones alternativas para atenuar los conflictos.
Buscar pautas más efectivas de interacción entre los miembros de la familia, mejorar la comunicación.
Fomentar el desarrollo y crecimiento tanto individual como de la familia, a través de ciertas estrategias y técnicas que faciliten una mejor comprensión de la organización familiar.
Diseñar un programa terapéutico con la finalidad de intervenir en la estructura y el funcionamiento de la familia, procurando un aumento de la capacidad para afrontar y resolver las situaciones complejas.
A quien va dirigida? La terapia de familia puede aplicarse a diferentes tipos de familias: familia extensa, familia conyugal o nuclear (pareja casada y los hijos), familias mixtas o reconstituidas, familias de unión de hecho (igual que la familia nuclear pero en la que no existe contrato legal matrimonial entre los adultos), familias de padre único o monoparental, familias de pareja homosexual, etc.
2. Problemas más frecuentes en terapia de familia
Existen multitud de factores, tanto personales como del entorno, que pueden influenciar en la dinámica familiar creando situaciones conflictivas y de crisis. En ocasiones, los conflictos pueden ser actuales determinando crisis en la familia, y otras veces, pueden ser conflictos cronificados de años de evolución.
Entre los principales motivos de consulta destacan:
Situaciones de crisis familiares: son acontecimientos repentinos o inesperados que alteran el desarrollo normal y funcionamiento de la vida familiar o de alguno de sus miembros, impidiendo su evolución.
Situaciones de estrés: las familias pueden experimentar estrés cuando no son capaces de hacer frente a los cambios, lo que puede alterar el contexto familiar
De manera específica, estas situaciones pueden ser desencadenadas por:
Acontecimientos vitales estresantes: son aquellos que afectan con mayor o menor intensidad al desarrollo de la familia o sus miembros, reclamando un nuevo modo de funcionar y el establecimiento de nuevas pautas o normas para su superación.
Desequilibrios en la estructura familiar: falta de jerarquización en la familia.
Dificultad para ajustarse a las transiciones del ciclo vital: el paso de una etapa a otra suele ir marcado por un suceso relevante. Estas transiciones, que siempre producen cambios, no se resuelven igual en todas las familias. Para algunos constituyen una fuente de conflictos.
Dificultades de comunicación
Dificultad en la resolución de problemas
Dificultad en el manejo de conductas de niños y adolescentes
Agresividad en la familia
Presencia de psicopatología en uno o más miembros de la familia: depresión, ansiedad, trastornos de conducta, etc.
Procesos de duelo no resueltos
Problemas emocionales y de sobrecarga: debido a la atención de familiares con enfermedades mentales graves (esquizofrenia, depresión, etc.), demencias (Alzheimer, Parkinson, etc.) y otras enfermedades físicas crónicas e incapacitantes como el cáncer, la esclerosis múltiple u otras.
3. Evaluación
La evaluación es un proceso continuo y simultáneo al tratamiento, que posibilita obtener la información fundamental para comprender, conocer e intervenir en la familia.
También, tiene la finalidad de que la familia tome conciencia, reconozca y manifieste sus necesidades y dificultades que están afectando a su desarrollo como personas y como familia.
El proceso se centra en el funcionamiento actual de la familia. También se puede recoger información sobre la genealogía familiar o sobre acontecimientos pasados.
Los aspectos que se evalúan en el contexto familiar son:
La interacción conyugal y familiar.
La intimidad y los valores familiares.
Los roles y la distribución del poder en la familia.
El ajuste conyugal y familiar.
Comunicación.
Adaptabilidad a los cambios.
Procesos de negociación.
Rutinas familiares, ambiente en el hogar.
Clima emocional de la familia.
Compromiso y responsabilidad familiar.
Relaciones maritales y satisfacción.
Estrés familiar.
Procedimientos de evaluación:
Entrevista conjunta familiar: para obtener información sobre aspectos de la familia.
Administración de inventarios y cuestionarios de evaluación: para evaluar variables de la interacción y funcionamiento familiar
Autoinformes y medidas observacionales
Entrevistas individuales: se pueden hacer con alguno/s de los miembros de la familia para poder desarrollar una conceptualización de como la persona ve los conflictos.
4. Intervención y tratamiento
En el proceso de intervención se establece un programa de tratamiento seleccionando técnicas específicas que puedan permitir el cambio. Considerando los problemas existentes, las necesidades y los recursos disponibles se estructura el número de sesiones y el curso de la terapia.
Generalmente, el número de las sesiones oscila entre 10 y 12 sesiones, con una frecuencia semanal, quincenal o mensual, pero dependiendo de cada familia y sus necesidades puede ser más breve o distanciarse en el tiempo.
Los principales objetivos de intervención son:
Intervención en problemas ya existentes
Prevención de posibles problemas
Desarrollo de la potencialidad de la familia
Tipologías de tratamiento
La terapia familiar admite diferentes variantes de intervención:
Tratamiento conjunto con los todos los miembros de familia
Tratamiento conjunto con algunos miembros de la familia
Intervención individual y familiar de forma combinada
Intervención con los padres Intervención con los hijos
Independientemente del tipo de intervención, siempre se tienen presente las relaciones que se establecen con el entorno familiar y se trabaja sobre ello.
Sesiones de soporte y seguimiento
Para poder hacer una prevención de recaídas, en las últimas sesiones de terapia, el terapeuta y la familia pueden revisar las estrategias aprendidas y los pasos de resolución de problemas para manejar futuras dificultades.
En este caso, se pueden plantear en terapia varias situaciones problemáticas similares a las tratadas y pedir que se explique o muestren como las tratarían y manejarían solos.
También, se pueden fijar sesiones de seguimiento para mantener aquellos aspectos logrados. Así, se invita a la familia, o algunos de sus miembros a asistir a una o más sesiones en los seis meses posteriores a la finalización de la terapia para revisar algunos aspectos.
Estas sesiones, también pueden servir para responder a preguntas y resolver problemas que no se no hayan podido solucionar.
Modalidades de intervención
Las principales modalidades u orientaciones de intervención son:
Terapia familiar sistémica
Terapia familiar cognitivo-conductual
Intervención psicoeducativa
Orientación y asesoramiento familiar